Una noche estaba durmiendo y soñando, además un sueño bonito, cuando vino a despertarme un fantasma.
- ¿Qué quieres?- le pregunté, y me dijo:
- Decirte que nunca se te ocurra enamorarte... es cosa de tontos.
Desde esa noche me he hecho un poco más lista y ya no creo en fantasmas.
1 comentario:
jijijij sta si ke mola!!!!
Publicar un comentario