(Nombres y apellidos.
Patria con serpientes.
Verdad febril y fuerte.
Cueva, angustia, patria.
Patria que te nombra, 
patria que te fulmina.
Cueva, yo convaleciente.
Angustia, yo itinerante.
Patria, tú no existes.
Nombres y apellidos,
nombres de serpientes).

Me acuerdo de una patria
como si fuese un espejismo
y mi vida entera dependiese,
falsamente,
de lo que allí me pertenece.
Es algo lejano y frío,
sensación casi inerte,
pero la gente que me espera,
creo,
es la que más me quiere.
Deseo que esa patria
vuele así de independiente
para que no pida auxilio,
nunca,
aunque el pasado nos queme.
Pido entonces una patria
porque no me compromete
pedir tu voz o la suerte,
ya ves,
una a veces se pierde.
Me acuerdo de una patria
que es tu imagen -y no miente-
cuando me haces entonar,
despacio,
canciones de vida y muerte.
Ahora busco una ilusión,
una réplica, si la tuviese,
de mi ciudad hecha acuarela,
esbozo,
pasión que me mantiene.

(Nombres y apellidos.
Patria con serpientes.
Verdad febril y fuerte.
Cueva, angustia, patria.
Patria que te nombra, 
patria que te fulmina.
Cueva, yo convaleciente.
Angustia, yo itinerante.
Patria, tú no existes.
Nombres y apellidos,
nombres de serpientes).

No hay comentarios: