No voy a ir a buscarte

para que no cumplas tus promesas.

Deja que te quiera

y que me acostumbre

a odiarte en mis ratos libres.

No preguntes dónde está 

la primavera

-ya nadie entiende

de flores

ni busca mis sueños

en el cajón

de la ropa interior-

ahora está de moda

el invierno

y sobrevivir 

a los espacios sin humo

y sin música

a partir de medianoche.

Vamos al cine,

haz que nieve para mí

aunque lleve sandalias 

y minifalda,

pero no duermas

en mi cabeza ni conmigo.

Nunca me hiciste

tan pocas promesas

pero aún así 

te sigo buscando.