El trueno. La
batalla.
Unos pocos vencidos
esperan
que salga el sol,
se alumbran con
linternas
para darse
esperanza.
Sus ojos entornados
no distinguen más
que sombras.
Los caballos
relinchan,
los niños gritan,
los corazones
palpitan dentro
de cuerpos fúnebres.
Hay una luz al final
del túnel
o puede que sea un
sollozo
o una lluvia de
misiles.
¡Levantaos, coged
las cosas
y escapad!
Aquí no queda nada,
salvo lo que todavía
no se ha perdido.
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