EL SUR TAMBIÉN EXISTE

Y tiene palabras
que embalsaman,
y acentos
de cante jondo.
Aprendo a cecear
o a comerme las eses;
si tengo miedo
cierro los ojos
y aparezco en una cala.
Conil, Caños de Meca,
Puerto de Santa María;
si Alberti levantara la cabeza
me encontraría
a los pies de su estatua,
despierta.

Con el sur,
que es poesía,
no quiero resistirme a sus encantos.
Con el sur,
que también existe,
quiero oler a arena,
a música,
a casas blancas,
a paseo marítimo,
a viento de poniente,
a piropos nocturnos,
a piratas callejeros.

Espérame un año más,
que esto se acaba
y Madrid ya me echa de menos.
Espérame,
quiero volver pronto.
Dejaré mi huella
en el mar
y mi recuerdo
será todo por lo que
ahora escribo.

No hay comentarios: