La vida,
esa mala jugadora.
Experta en altibajos,
en cumbres borrascosas,
en puentes de Manhattan
y de Madison.
Enamora a los optimistas,
caduca a los necios,
vence al suicida.
La vida,
contraria a la muerte
y al escepticismo,
suena mejor en latín
y en acusativo.
Pienso en esta superficie
turbia, opaca,
llena de caos,
ciudades, mundo…
Y sonrío, porque la vida
todavía puede ser
mucho más que todo eso.
esa mala jugadora.
Experta en altibajos,
en cumbres borrascosas,
en puentes de Manhattan
y de Madison.
Enamora a los optimistas,
caduca a los necios,
vence al suicida.
La vida,
contraria a la muerte
y al escepticismo,
suena mejor en latín
y en acusativo.
Pienso en esta superficie
turbia, opaca,
llena de caos,
ciudades, mundo…
Y sonrío, porque la vida
todavía puede ser
mucho más que todo eso.
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