... Y NO LA GUERRA

Millones de células
se unen,
las neuronas
se vuelven más sensibles,
y nuestros dedos
se confunden.
El agua caliente
ya no nos quema,
la comida y la bebida
nos parecen escasas,
pero tenemos provisiones
propias
para unas cuantas horas.

No pienso,
luego existo
con tus mordiscos
y mis manos,
que me transmiten
respuestas y aceleraciones.
El sudor ayuda
a que nos compenetremos
y los besos dan
ese toque de ternura
a la velada.

Nunca dejaré de decirlo:
Es preferible hacer al amor…
Y no la guerra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

^^

/versoequivocado

oscar dijo...

eres grande te lo he dicho alguna vez ya y te o seguire diciendo toda mi vida