UN SUEÑO CONTIGO

¡Por fin pude robarte un beso!
Parecía una niña pequeña
con su juguete nuevo.
Fui sonriente durante todo el camino
hacia mi casa, y cuando
me metí en la cama,
me negué a soñar.

Porque con momentos tan reales,
contigo, a solas,
de noche y tus manos,
los sueños deben esperar.

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