CODO A CODO: CAPRICHOS

El capricho del día
es vestirte de mi secreto.

El capricho de la noche
es, simplemente, escondernos.

En pocas palabras...

Crecí con los payasos de la tele, Barrio Sésamo con Espinete, y los cuentos de Gloria Fuertes.

En las funciones de Navidad del colegio, siempre era la narradora y en el instituto, siempre me hacían recitar poesía.

Los primeros libros de poemas que me compraron fueron de Miguel Hernández, Lorca y Alberti -para niños-.

La música me ayuda a evadirme, la poesía me desestresa y el cine es mi mayor terapia.

Me dan pánico las agujas en general y los análisis de sangre en particular.

Mi aficción frustrada es la pintura.

Quiero aprender Griego Moderno, Portugués y Catalán, y cada día me doy cuenta de que el tiempo pasa demasiado deprisa.

A veces, me gusta soñar que soy cantante de Rock... Algún día sabré tocar en la guitarra canciones de Sabina, Paco Ibáñez o The Beatles.

CAPRICHOS

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