Con la última calada
esperas al invierno
para enamorarte más deprisa
o para caer poco a poco.
La frialdad inunda
lo que un día fuiste
y ni siquiera tu corazón
se atreve a querer sin querer.
El pasado no importa.
Tu otro yo está esperándote
en ese balcón
que siempre fotografiabas.
Ya oyes el rumor del tren
que se acerca para despertarte;
Por fin, sin mirar atrás,
sin nada que perder, avanzas.
esperas al invierno
para enamorarte más deprisa
o para caer poco a poco.
La frialdad inunda
lo que un día fuiste
y ni siquiera tu corazón
se atreve a querer sin querer.
El pasado no importa.
Tu otro yo está esperándote
en ese balcón
que siempre fotografiabas.
Ya oyes el rumor del tren
que se acerca para despertarte;
Por fin, sin mirar atrás,
sin nada que perder, avanzas.
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