RESACA



Mi cuerpo,
perfectamente harto de Vodka,
se ríe de mí,
que no conmigo,
ante aquello que dicen algunos
de que el alcohol cura las heridas.
Pues resulta que las heridas escuecen,
y las agujetas duelen,
y además tengo sed,
¡mucha sed!
pero lo único que me apetece
es sentarme
y leer poesía.

No entiendo nada.

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