Quédate conmigo
aunque no sepas
con quién estás.
Quédate conmigo
en otoño
con las luces apagadas
o con las persianas
rotas.
Quédate conmigo
si engordo,
si adelgazo,
si me hago vegetariana
y me niego a
probar
el estofado de tu
madre,
si cocino mal y
tarde
pero con la
música
a todo volumen...
Quédate conmigo
y enséñame a bailar.
Duerme conmigo
un rato y si ronco,
quédate conmigo.
Quédate conmigo
aunque no te guste
la poesía, o mi poesía,
aunque seas poeta
y no quieras llamarte poeta,
escribe conmigo
"Quédate conmigo".
Cuando me escuches
cantar en la ducha,
cuando mis cantautores
te saquen de quicio,
cuando no sepas
cómo estoy,
cómo me llamo,
cómo te amo,
quédate conmigo.
Te lo dije.
Quédate conmigo.
Pero luego no digas
que no estabas avisado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario