Se cruzan conmigo por la
calle,
me miran, me sonríen
sin conocerme.
Qué más da.
Ellos son un decorado.
Hombres que acechan,
ridículos
que no saben a quién miran.
No tienen ni idea
pero yo se lo diré:
observad,
aquí,
un saco de lágrimas,
un vagón vacío
repleto de historias,
una caja de música
sin clave de sol,
una búsqueda incansable
llamada soledad.
1 comentario:
Me encanta
Publicar un comentario