No quiero que hablemos de amor,
las palabras se me quedan
grabadas en la piel
grabadas en la piel
sólo si me acaricias,
sólo si me consientes,
sólo si me abrazas
y en ese abrazo tuyo
siento tu calor
-o tu frío, congelándome
las entrañas-
y parece primavera
debajo de las sábanas
porque me siento primavera
hasta las seis de la mañana.
Háblame con este lenguaje simple
que hemos creado:
el de las miradas,
el de los besos,
el de tu mano en mi espalda.
Sólo así te entenderé,
sólo así querré escucharte
para que nuestra verdad
-tan imperfecta
como nosotros-
sea como el humo
de ese cigarrillo: eterna.
el de las miradas,
el de los besos,
el de tu mano en mi espalda.
Sólo así te entenderé,
sólo así querré escucharte
para que nuestra verdad
-tan imperfecta
como nosotros-
sea como el humo
de ese cigarrillo: eterna.
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