Hay momentos de calor
entre la poesía y tus manos,
como si fuese primavera
aunque todavía no hemos llegado al verano.

Me hablas de una forma
casi sabia, casi adulta
(invenciones, frases hechas,
excesos de placer)
y yo me recompongo 
si estoy en tu abrazo
o si tus brazos se expresan
de forma cursi y divertida.

Hay momentos de calor
entre la poesía y tus manos,
como si fuese primavera...
¡Imagina cuando llegue la primavera!

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