La verdad siempre estuvo ahí,
contemplándome,
pero yo la ignoraba.
Quién no intenta ignorar alguna vez
su propio sufrimiento,
saber que es difícil ser alguien para alguien
pero prometiéndose una y otra vez
que se va pensar con claridad
porque a veces seguimos comportándonos
como niños pequeños, muy pequeños.

(Sin embargo,
los paréntesis marcan un antes
y un largo después
para dejarnos boquiabiertos).

Pasó un tiempo sin que pasara nada.
Ahora está pasando algo,
y lo noto.

No hay comentarios: