ENEMIGO ÍNTIMO



Es muy fácil odiar el tiempo. Es muy fácil odiarlo cuando pasa demasiado lento y la monotonía nos aplasta, pero también cuando pasa tan deprisa que un beso se queda en nada.
El tiempo, nuestro enemigo. Es inevitable, infinito, nos confiará la muerte algún día y, sin embargo, de momento sólo me interesa pensar en el ahora. Aunque cada vez se me hace más difícil y no haga nada más que darle vueltas a eso del futuro. Un futuro en el que seré un poco más vieja, un poco más torpe, no sé si tendré las mismas esperanzas que ahora tengo, no sé si seguiré teniéndote a mi lado o simplemente serás un pasajero más en mi memoria…
El tiempo debería escribirse en mayúsculas (así: Tiempo) porque es invencible. A esta edad en la que la gente empieza a respetarte un poco más y con la que he llegado a desengañarme de la realidad (cosa que no recomiendo, a veces la ignorancia o la indeferencia parecen las mejores medicinas) he optado por un mundo de sueños que es, digamos, algo más sano que el nuestro. Creo que mi mundo no es imposible, pero el Tiempo avanza muy rápido y nosotros somos muy lentos, y cuando el Tiempo se decide a ir más despacito, nosotros no hacemos nada. Es invencible, claro, y ahora casi nadie quiere “luchar por luchar”, y los sueños… ¡sueños son!
La verdad es que es inútil pensar tanto en el Tiempo porque vivimos por y para él: los relojes son nuestros aliados –o enemigos también, como prefiráis-, los cambios horarios nos descolocan, los calendarios nos adentran en un año concreto… Yo soy lo que en todo este Tiempo he hecho y he vivido, así que me puedo permitir el lujo de decir que “hay que aprovechar el Tiempo que nos queda”, pero también que “hay que hacer y vivir el Tiempo que nos queda”.
Como muy bien expresa un proverbio chino:

DATE PRISA. ES MÁS TARDE DE LO QUE IMAGINAS.

Y que el Tiempo me perdone por intentar darle de lado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, qué bien escribes...
¡Me encanta! :)

/versoequivocado

Linkshänder dijo...

El Tiempo en realidad no es algo, somos nosotros. ¿Cómo podríamos saber donde está el principio y el fin sin nada? El Tiempo es el avanzar de las cosas, no podemos combatir contra él, porque sería como combatir nuestro desarrollo biológico. Es un enemigo colérico, que muchos quisieran matar, sin embargo yo no. Me da lástima, como la muerte, como la vida. Me da lástima ver como el Tiempo, a pesar de ser invencible, de serlo todo, se le da de lado, se le ignora, y nadie piensa en el poco tiempo que nos queda. Quevedo decía que conforme naces empiezas a morir. Tiene razón todas las horas hieren y la última te mata. Yo no ignoro al Tiempo, es imposible para mí. Ver como cada día, me miro al espejo y soy otra cosa diferente. Es desesperante nunca saber en que te convertiras, si en una persona, en un gilipollas, o en un insecto, como Kafka. Gran Kafka, cuanto nos enseñó. Que agonía nos queda por aguantar, hasta que nos llegue el último aliento.

Hay que disfrutar de la vida, pero siempre pensando en un futuro. No podemos dejar de tener en cuenta el futuro, pues en el pasado se pueden hacer cosas para que en un futuro estemos mejor de lo que estamos en un presente. Combatir el Tiempo, no para derrotarle, sino para que juegue a vuestro favor, esa es la clave. Nunca le venceremos, pero intentemos que no nos joda.

Un saludo, Charlotte.

SaraieOr dijo...

ñaaaaa conversaciones entre poetas... esto qué es?? xDDDD

me ha gustado, sí señor!